La tecnología no termina de aterrizar en los centros educativos del país
by Cátedra SAS
Instituciones educativas sin acceso a internet, estudiantes que nunca han tenido contacto con computadores y docentes con poca apropiación tecnológica son algunos de los hallazgos en los municipios de Caldas, Chocó y Sucre que forman parte del proyecto de “Colombia científica”, liderado por el Gobierno nacional.
Alejandro Peláez Arango, coinvestigador del “Programa reconstrucción del tejido social en zonas de posconflicto” que lideran la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Manizales y la Universidad de Caldas, explicó que los resultados se obtuvieron durante un año de análisis en los municipios de Samaná y Marulanda, en Caldas; Quibdó y Unión Panamericana, en Chocó, y Chalán y Ovejas, en Sucre.
Con el fin de caracterizar a la población e identificar las falencias principales para la apropiación tecnológica en las instituciones de educación media, se diseñaron dos encuestas dirigidas a docentes y estudiantes.
En el primer grupo se abarcaron tres perfiles: docentes en general, profesores del área de sistemas y directivos-docentes, lo que permitió conocer la apropiación de tecnología de los profesores.
Por su parte, “la encuesta que se le aplicó a los estudiantes permitió, entre otras cosas, identificar cómo están frente a la metodología de alfabetización mediática informacional y digital (AMI) que propone la Unesco, con el fin de ayudarles a analizar críticamente las fuentes de información para que sean ciudadanos informados”, explicó el investigador Peláez.
La caracterización arrojó que las instituciones educativas no cuentan con la suficiente infraestructura tecnológica para desarrollar procesos de aprendizaje, la cual jugaría un papel fundamental y podría implementar otros modelos pedagógicos y de aprendizaje vinculando estas herramientas.
“Las principales barreras son el acceso a internet, ya que solo en algunas instituciones de las cabeceras municipales los estudiantes pueden estar conectados, aunque por tiempo limitado en horas y salones específicos. El panorama en las sedes rurales es aún peor, ya que los corregimientos solo cuentan con los puntos Vive Digital, programa del Ministerio de Educación Nacional que terminó hace unos meses”, argumentó el investigador.
También se identificaron instituciones en las que de 10 computadores disponibles solo funcionan dos, y son usados por el director y el coordinador. “Esta situación hace que los estudiantes, a pesar de que conocen los computadores, nunca los han usado; incluso en las clases de sistemas lo que hacen es dibujar el aparato y algunas de sus funciones”.
Según el investigador, esta es una realidad que ha permitido conocer de primera mano cómo están las instituciones en apropiación tecnológica y pedagogía.
“Con estos resultados se busca formar a los docentes y a los estudiantes en estas competencias e incidir en el fortalecimiento de la calidad educativa a través de la tecnología”, agregó.
Por medio del proyecto “Colombia científica”, el Gobierno busca apoyar la consolidación de un sistema de investigación e innovación de excelencia científica articulada con el sector productivo, para contribuir a mejorar la competitividad, la productividad y el desarrollo social del país.
Formación docente
Como parte de la investigación se identificó que la formación del docente en las tecnologías de la información y las comunicaciones es otro de los factores que incide en la apropiación tecnológica.
“En Caldas los docentes están bien capacitados en el área y tienen una buena disposición para actualizarse en el tema, ya que la mayoría son jóvenes. Sin embargo en Chocó y Sucre, donde los profesores son adultos, que por cuestiones culturales no están tan abiertos a la apropiación de las nuevas tecnologías”, detalló.
El siguiente paso será diseñar estrategias que atiendan las realidades de los territorios, y para eso se brindarán seminarios y diplomados dirigidos a los docentes y a la comunidad en general con el fin de reducir brechas, incidir en la calidad educativa y aumentar los estándares de desempeño de los estudiantes.
“También queremos dejar profesores empoderados, con herramientas suficientes tanto desde lo conceptual y académico como desde la infraestructura, para que puedan articular e involucrar las tecnologías de la información y las comunicaciones en los procesos de enseñanza”.
Por otra parte, de la investigación debe salir la formulación de una política pública que incida en el modelo de educación del país: “dejaremos algunos adicionales con cartillas y guías metodológicas, y también estamos explorando aplicaciones off line que funcionen sin conexión a internet para aquellas instituciones en las que no sea posible la conexión”, puntualizó.
Con el “Programa de reconstrucción del tejido social en zonas de posconflicto” se han impactado 49 instituciones de los tres departamentos en estudio: 11 en Samaná, 2 en Marulanda, 13 en Ovejas, 2 en Chalán, 18 en Quibdó y 3 en Unión Panamericana. Entre Caldas y Chocó se ha impactado a 440 docentes y 2.200 estudiantes.
Artículo: El espectador