Las claves del nuevo decreto de calidad en educación superior
by Cátedra SAS
El pasado miércoles 3 de julio, el Ministerio de Educación Nacional organizó un encuentro para compartir y socializar los avances del nuevo decreto que reglamentará el sistema de aseguramiento de la calidad en la educación superior y transformará así el registro calificado y las acreditaciones de las 297 instituciones técnicas, tecnológicas y universitarias que tiene el país en la actualidad.
El evento, al que asistieron rectores y vicerrectores de más de 240 instituciones de educación superior (IES), fue el espacio escogido por la ministra María Victoria Angulo y el viceministro Luis Fernando Pérez para definir los últimos detalles del documento que entrará en vigencia el próximo 1° de agosto y que está en el despacho del presidente para la aprobación y la firma.
La nueva reglamentación reemplazará el fallido Decreto 1280 que firmó la exministra Janet Giha dos semanas antes de abandonar la cartera y que fue suspendido el pasado 24 de diciembre porque no representaba el sentir de la mayoría de los directivos de las instituciones de educación superior y sí beneficiaba a algunas de las principales universidades privadas.
Antes de suspender el decreto, el Ministerio actual inició un proceso colectivo de discusión al que denominó “Calidad ES De Todos”. “Realizamos 29 talleres entre octubre y marzo por todo el territorio nacional, en los que participaron más de 500 directivos de 243 IES. Fue una experiencia incluyente y de aprendizaje colectivo en la que cada institución expresó sus necesidades y sus deseos”, dijo el viceministro Pérez.
Este trabajo se hizo en dos ciclos con la comunidad académica. El primero fue de análisis de los problemas que tiene el sistema vigente en el país, y en el segundo se revisaron las matrices de lo que iba a incluir el próximo decreto.
De acuerdo con la ministra Angulo, la importancia de las ideas y los logros expuestos en estos espacios de trabajo colectivo deben derivar “en lineamientos sólidos que permitan aportar a la discusión sobre aseguramiento de la calidad, respetando la diversidad de instituciones de educación superior, su naturaleza y sus objetivos”.
Estos 29 talleres contaron con la participación activa de miembros del Consejo Nacional de Educación Superior (CESU), el Consejo Nacional de Acreditación (CNA) y la Comisión Nacional Intersectorial de Aseguramiento de la Calidad de la Educación (Conaces).
De acuerdo con el portal Universidad.edu.co, el proyecto de los cambios para el nuevo decreto ha sido liderado por Elcy Peñalosa, de la Dirección de Calidad del ministerio, Guillermo Murillo, Helmuth Trefftz Gómez y Fernando Cantor, delegados del CNA, Pedro Rojas y Carlos Herman González de Conaces , y Maritza Rondón -rectora de la U. Cooperativa- del CESU.Al finalizar los 29 talleres, el Ministerio recogió los principales aportes y en abril de este año presentó un borrador de decreto que recibió cientos de comentarios y sugerencias de la sociedad civil.
Aunque el Ministerio no ha hecho público el documento final del decreto, El Espectador conoció las cuatro líneas principales que definirán el rumbo de la educación superior del país en los próximos 10 años.}
1) Diversidad institucional
Lo primero es lograr que todas las instituciones de educación superior de Colombia, sin importar si son públicas o privadas, regionales o centrales, puedan convivir en la diversidad. “Aquí no se les va a pedir a todas las instituciones lo mismo. Por ejemplo, con el nuevo decreto no todas las IES deben tener profesores con doctorado. Lo que buscamos es mejorar el sistema que tiene como centro el desarrollo de los objetivos de aprendizaje del estudiante”, dijo una de las personas que participaron en la formulación del nuevo decreto. En el mundo existen universidades de investigación, colleges de pregrado e institutos técnicos y tecnológicos.La diversidad significa que cualquiera de estas instituciones, sin importar nivel o condición, pueda optar por un camino diferente y obtener calidad.
2) Objetivos de aprendizaje
El nuevo decreto quiere reemplazar las competencias por los objetivos de aprendizaje. Al contrario de lo planteado en el Decreto 1280, que fortalecía el quehacer profesional, la nueva reglamentación tiene en cuenta las herramientas que brinda cada IES para que el estudiante pueda seguir aprendiendo después de graduado, a lo largo de su vida. “Nuestros estudiantes tienen que ser cada vez más adaptables a las particularidades del territorio, por lo tanto, lo que se incorporó en el decreto es que las instituciones deben fijar claramente formas de evaluar los objetivos de aprendizaje y no las competencias. No hay que saber el qué, sino el cómo, el porqué y el para qué”, dijo otro de los creadores del decreto.
3) Reducción de tiempos
Otra transformación fundamental es lograr acortar los tiempos de registro, una de las principales quejas de los rectores. Para lograrlo, el decreto dividirá el proceso en dos etapas: una de revisión de condiciones institucionales y otra de condiciones de cada programa. Para prevenir la proliferación de instituciones de garaje el decreto sube la vara en las condiciones institucionales: Ahora revisará mecanismos de selección de estudiantes y profesores, estructuras administrativas y académicas, programas de egresados, modelos de bienestar y recursos económicos para garantizar el cumplimiento de las metas. La idea es que no vuelva a pasar lo que pasó con la Inca o la San Martín. Si cumplen con estas condiciones se otorgará una acreditación de 7 años y se podrán hacer los registros que la institución quiera. Esto acorta los tiempos de las acreditaciones particulares de programas a menos de la mitad.
4) Fortalecimiento de la autonomía
El nuevo decreto buscará incentivar la autonomía institucional, consignada en la Ley 30, a través del fortalecimiento de sistemas propios de aseguramiento de la calidad para que cada institución desde su naturaleza jurídica, su identidad, su misión y su tipología sea la que determine los aspectos que debe mejorar. Esto en sintonía con los sistemas internacionales.
Fuente de la Noticia: El Espectador