Estrategias de universidades para actualizar sus modelos educativos

Las instituciones deben reinventarse para atraer a las nuevas generaciones. ¿Ya lo están haciendo?

La matrícula total en educación superior en el 2018 fue de 2’408.041 estudiantes, lo que significa una disminución del 1,5 por ciento con respecto al 2017 (38.000 matriculados menos).

Foto: iStock Photo

El conocimiento se ha diversificado. Internet y la tecnología han puesto al servicio del mundo múltiples canales para acceder a la información. Google, YouTube, aplicaciones y otras herramientas digitales han abierto un sinfín de posibilidades para aprender: hoy los estudiantes acceden al conocimiento bajo demanda; es decir, lo que quieran, cuando quieran y como quieran. Basta con hacer una sencilla búsqueda en Instagram, por ejemplo, para toparse con instagramers que, en un video de un minuto, pueden ayudar a resolver los más avanzados problemas aritméticos, de física o de cualquier área de conocimiento. Lo mismo pasa en YouTube.

También existen plataformas digitales en donde las personas se pueden certificar con cursos o capacitaciones cortas.

Aunque estos ejemplos no son comparables con el nivel de enseñanza que ofrece una carrera universitaria, sí suponen un reto gigantesco no solo para la educación superior, sino también para la primaria, básica y media.

¿Cómo atraer la atención de las nuevas generaciones para que se interesen por la universidad? ¿Es una oportunidad para que la educación superior se renueve y rompa con el estilo tradicional de enseñanza? Los expertos no dudan en advertir que ese cambio se debe generar ahora, y más aún cuando las cifras de matrículas universitarias están cayendo en Colombia.

Un reciente informe del Ministerio de Educación, revelado por EL TIEMPO, indica que por segundo año consecutivo, el número de matriculados en instituciones de educación superior descendió.

El informe, recopilado por el Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (Snies), asegura que la matrícula total en educación superior en el 2018 fue de 2’408.041 estudiantes, lo que significa una disminución del 1,5 por ciento con respecto al 2017 (38.000 matriculados menos).

El viceministro de Educación Superior, Luis Fernando Pérez, opina que entre las causas del bajonazo se encuentran el cambio demográfico y el interés de los jóvenes por una educación diferente.

“Vale la pena señalar el crecimiento sostenido en los últimos años de la matrícula atendida en modalidad virtual, que para el 2018 representa poco más de 200.000 estudiantes y que da cuenta del interés manifiesto de los jóvenes por la virtualidad”, indica el funcionario del ramo.

“Vale la pena señalar el crecimiento sostenido en los últimos años de la matrícula en modalidad virtual, que para el 2018 representa poco más de 200.000 estudiantes”

Las universidades son conscientes de esa tendencia y por ello ya están aplicando modelos educativos innovadores, acordes a las preferencias de los jóvenes. Así lo reconoce José Leonardo Valencia Molano, rector nacional de Areandina.

“Desde 2012, año en que hicimos un proceso de evaluación de la institución, nos dimos cuenta de que los cambios que trae consigo la cuarta revolución industrial nos obligan a estar a la vanguardia de la educación. De este ejercicio nacieron los diez nodos que hoy en día rigen la forma en que entendemos la educación (…). Algunos de ellos son: las habilidades tecnológicas y digitales, el humanismo digital, las competencias lingüísticas, el desarrollo sostenible, las nuevas ciudadanías y el liderazgo colectivo”, cuenta Molano.

La Universidad del Norte, en Barranquilla, explica que para ser innovadora en su modelo pedagógico ha diseñado un plan para capacitar a su personal docente. “Desde los últimos años, la universidad ha invertido muchos recursos en la formación y acompañamiento de sus docentes para la innovación educativa. Esto ha permitido que, cada año, al menos el 70 por ciento de los profesores estén vinculados a algún programa de desarrollo profesoral que implica la reflexión e innovación de su práctica de aula”, detalla Fadia Khouri-Saavedra, directora del Centro para la Excelencia Docente de la Universidad del Norte.

La especialista agrega que este año, en ese centro educativo se inició “el piloto de innovación con el que la universidad busca que cualquier persona de la comunidad académica (estudiantes, profesores y colaboradores) pueda proponer, coconstruir e implementar cambios en los procesos académicos y administrativos de la universidad”.

Entre tanto, voceros de la Universidad Javeriana, sede Bogotá, le explicaron a este diario que están implementando nuevas metodologías de enseñanza y aprendizaje y otras formas de evaluar.

“Para ello nos valemos del uso de las tecnologías, de la incorporación de enfoques pedagógicos basados en proyectos y en la resolución de problemas o casos, en la promoción de aprendizajes colaborativos, en el trabajo conjunto con la empresa, en las experiencias investigativas de innovación y emprendimiento. Esto nos lleva a pensar en una oferta académica flexible, que garantice al estudiante una experiencia de vida que atienda a sus intereses, pasiones y expectativas”, explica Luis David Prieto Martínez, vicerrector académico de la Javeriana.

Centro de innovación

Otra estrategia que están implementando las universidades del país es crear centros de innovación para que los estudiantes tengan la oportunidad de desarrollar ideas de negocios relacionadas con la llamada cuarta revolución industrial.

“Para responder a los retos de innovación en educación del país, la Universidad El Bosque inauguró, en abril de 2019, el HUB de Innovación, Educación y Extensión (HUB iEX). Este es un espacio en el que estamos repensando y cuestionando la forma como tradicionalmente hemos educado, investigado y servido a la sociedad. Por ello, generamos espacios con actores relevantes para transformar los procesos educativos según los retos de la nueva economía”, cuenta Carlos Felipe Escobar Roa, director del HUB iEX.

En ese espacio, cuenta Roa, se han reunido 19 universidades del país, representadas en 35 equipos interdisciplinarios de estudiantes, docentes e investigadores para pensar ideas innovadoras sobre la sostenibilidad financiera del sistema de salud.

En una línea similar se encuentra la Universidad del Rosario, pues está implementando estrategias para incentivar y promocionar los emprendimientos de sus estudiantes, según explica Alejandro Cheyne, rector de esa institución académica.
“En este momento estamos trabajando en cinco temas: el primero, generar o fortalecer la cultura de la innovación. Segundo, uso y apropiación de tecnologías en todo el proceso de enseñanza y aprendizaje. Tercero, la consolidación de una investigación alrededor de la transferencia de conocimiento. Cuarto, la promoción del desarrollo de emprendimientos e intraemprendimientos. Y quinto, unas prácticas pedagógicas innovadoras”, explica Cheyne.

En todo caso, las universidades concuerdan en la necesidad de resignificar sus procesos y ambientes de aprendizaje, enseñanza y evaluación; esto, con el objetivo de integrar al diálogo moderno las nuevas culturas y así propiciar el vínculo entre el aprendizaje y la acción.

Fuente Original de la noticia: Periódico el Tiempo


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